Batalla de Covadonga

 

 

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Tuvo lugar en 722 en Covadonga (España), un paraje próximo a Cangas de Onís (Asturias), entre el ejército cristiano de Don Pelayo y tropas de Al-Ándalus, que resultaron derrotadas. Esta acción bélica se considera como el arranque de la Reconquista.

Gobernaba el norte peninsular desde Gijón un bereber llamado Munuza, cuya autoridad fue desafiada por los dirigentes astures que, reunidos en Cangas de Onís en 718, y encabezados por Pelayo, decidieron rebelarse negándose a pagar los impuestos exigidos, el jaray y el yizia . Tras algunas acciones de castigo a cargo de tropas árabes locales, Munuza solicitó la intervención de refuerzos desde Córdoba. Aunque se restó importancia a lo que estaba sucediendo en el extremo ibérico, el valí Ambasa envió al mando de Al Qama un cuerpo expedicionario sarraceno que probablemente en ningún caso alcanzaría la cifra de 180.000 hombres dada por las crónicas cristianas.

En cuanto a las fuerzas de Pelayo, la historiografía reciente las cuantifica en poco más de 300 combatientes. Con ellas esperó a los musulmanes en un lugar estratégico, como era el angosto valle de Cangas, cerca de los Picos de Europa, cuyo fondo cierra el monte Auseva, donde se encuentra la cueva natural de en otra hora difícil acceso y fácil defensa. En esta oquedad desde tiempos antiguos hay una ermita dedicada a la Virgen María, de ahí el nombre de la cueva. Es éste un territorio tan angosto que un atacante ordenado no dispone de espacio para maniobrar y pierde la eficacia que el número y la organización podrían otorgarle. Allí, en 722, se produjo el enfrentamiento, cuya dimensión se desconoce y que pudo tratarse de una batalla o una simple escaramuza.

Colocan las crónicas cristianas en este punto al Obispo Don Oppas, hermano de Vitiza y uno de los causantes del desastre de Guadalete. Refieren estos textos que el dicho Obispo intentó convencer a Pelayo para que depusiera su actitud y le ofrece perdón y prebendas, pero son rechazadas por Pelayo. Refieren la crónicas cristianas que el propio Oppas fue quien dio la orden de comenzar la batalla.

La cuestión es que las tropas sarracenas fueron diezmadas, Oppas apresado y Al Qama muerto. Esto obliga a Munuza a escapar de Gijón, donde se hallaba en ese momento. Los supervivientes consiguen huir remontando el monte Auseva y por Amosa (Amuesa) descienden a Liébana, inútilmente, pues al pasar por Causegadia (Cosgaya) un monte se derrumba sobre ellos precipitándolos al río Deva y sepultándolos al mismo tiempo.

La Crónica Mozárabe del año 754 no menciona a Covadonga, lo que dio pie a negar este hecho de armas a no ser recogido por historiadores contemporáneos, pero lo mencionan otros no muy posteriores basados en otros más tempranos desconocidos hoy día.

Entre los propios historiadores musulmanes existe un baile de cifras importante, ya que Ajbar Machmua e Ibn Idhari retrasan el ataque árabe a Pelayo hasta el emirato de Oqba, que abarca los años de 734 a 739. Otros la sitúan antes, en tiempo de An Basah, (opinión más segura). Ambasa gobernó como emir desde agosto de 721 a diciembre de 726, desarrolló una gran actividad bélica en territorio de los francos, en Carcasona 725, en Nîmes, llegando a Autum.

Sánchez Albornoz defiende que debido a la importancia de estas batallas libradas por tropas musulmanas en zona franca, se pospusieron otros objetivos menos importantes, como la expedición de castigo contra Pelayo, que terminaría con la derrota de sus fuerzas de castigo en Covadonga.

Existen tres posturas respecto a este hecho.

Posición de Somoza, considerándolo un hecho totalmente fabuloso que niega en su integridad, refiere que no es posible la batalla en un espacio tan pequeño, que no es posible la fuga de los sobrevivientes musulmanes hasta Cosgaya y se basa en que las Crónicas Mozarabes del 754 no hacen mención a este hecho. Equipara este relato a las leyendas ya existentes como Florienda la Cava, Santiago en Clavijo…

La segunda posición es la de Barrau Dihigo que defiende el mantener el relato tal y como aparece en las crónicas, sin aclarar ninguna de las dificultades que presenta la batalla de Covadonga.

El tercer punto de vista es el de Sánchez Albornoz. Refiere que la batalla se realizó donde y cuando la crónica indica. Reconoce una notable exageración en el número de combatientes y en el de sus bajas. La arenga de Oppas a Pelayo, es clásico en las batallas y refiere que se ha reflejado en esta intervención lo que en la época se pudiera haber dicho. Con respecto a la huida de los supervivientes hacia Liebana, ha dejado bien claro que se puede realizar sin dificultad al hacer este camino el propio Albornoz con sus estudiantes y un guía de la zona. Con respecto al derrumbe de la ladera del monte sobre los restos del ejército musulmán, se debe a un hecho casual que en la época se atribuye a la protección que continuamente tiene el Altísimo sobre su rebaño, según la doctrina proteccionista de la época defendida por Agustín y Osorio.

Consecuencia de esta derrota fue el posterior episodio de Olalies donde murió Munuza y todas las tropas que con él marchaban huyendo de Gijón. Es Saavedra en sus estudios el que localiza este punto junto a Proaza ya que aparece en un documento de donación de Alfonso III y su esposa a la iglesia de Santo Adriano de Tuñón.

Si tenemos en cuenta que el ataque a los territorios francos comenzó en el 721 y se considera terminada en el 732 con la derrota del ejército árabe en Poitiers por las tropas de Carlos Martel, se reconoce que estos hechos mantuvieron muy entretenidos a los cronistas árabes. No consideraron que la pequeña batalla de Covadonga tuviera un desenlace tan significativo con el transcurrir de los años, ya que en el momento no fue considerado de gran importancia.

La batalla de Covadonga supuso la primera victoria de un contingente rebelde contra las fuerzas musulmanas y permitió que el naciente reino no volviese a ser atacado. Tuvo una amplia difusión en la historiografía posterior como detonante del establecimiento de una insurrección organizada que desembocaría en la fundación, en principio, del reino independiente de Asturias, y de otros reinos cristianos, que al paso de los siglos culminarían con la formación del Reino de España.

 

 

 

Bibliografía

Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Covadonga

Historia del Reino de Asturias. Autor Paulino García Toraño. Editorial Gráficas Summa, S.A.

Celtiberia.net http://www.celtiberia.net/es/biblioteca/?id=1790

Arqueología medieval: http://www.unioviedo.es/arqueologiamedieval/index_archivos/Page1082.htm

Wilquipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_de_Asturias

Historia del reino de Asturias de Paulino García Toraño. Editorial Graficas Summa, S.A.

El Reino de Asturias de Sánchez-Albornoz. Biblioteca histórica asturiana. Editor Siverio Cañada.

Historias asturianas de hace más de mil años. J.E. Casariego. Principado de Asturias. Instituto de Estudios Asturianos

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