Crónica de Alfonso III Versión Rotense




Empieza la crónica de los Visigodos, Compilada desde el tiempo del rey Wamba hasta ahora, el tiempo del glorioso rey Ordoño, de santa memoria, por el rey Alfonso, su hijo.

Recesvinto, rey de los godos, partiendo de la ciudad de Toledo, marchó a una villa suya cuyo nombre era Gérticos, que ahora es llamada por la gente Bamba, la cual es sabido que está en la Sierra de Caura (próximo a Valladolid), allí murió de enfermedad natural. Una vez que hubo acabado su vida y fue sepultado en el mismo lugar. Wamba fue elegido para el reino por todos en común, en la era 710 (Año 672). Y aunque él se resistía y no quería recibirlo, al final aceptó contra su voluntad lo que el ejército exigía; Y llevado inmediatamente a Toledo fue ungido como Rey en la Iglesia de Santa María. En esa hora fue vista por todos los presentes una abeja que salía de su cabeza y volaba a los cielos; y esta señal fue hecha por el Señor para anunciar sus futuras victorias,”lo que resultó comprobado por lo que luego ocurrió a los Astures y Báscones que se rebelaban continuamente, los sometió varias veces y los subyugó a su imperio. Un cierto Duque llamado Paulo, que había sido enviado a la provincia de la Galia, se rebeló de inmediato y perturbó toda aquella tierra. Ayudado por tropas de los francos se aprestó a luchar contra Wanba. Ello le fue comunicado al dicho rey en Vasconia por un mensajero. Al instante llevó su ejército a aquellas regiones. A Paulo, que huía de ciudad en ciudad, lo persigue hasta que entra en la ciudad de Nîmes, y allí lo rodeó con un asedio. Y al tercer día echó mano de todos ellos, procedió judicialmente contra él, y dispuso que le arrancaran los ojos. También aniquiló allí a un numeroso contingente de francos, y además puso en orden aquella provincia, y se volvió en triunfo a la ciudad de Toledo. (Se refiere a la bien conocida Historia Wanbae regis seu rebellionis Pauli aduersus Wambam de San Julián de Toledo; la sublevación fue aplastada en el 674)


También en su tiempo arribaron a la costa de España 270 naves de sarracenos, y en el propio lugar todas por igual fueron destruidas y quemadas por las llamas. Este rey ordenó que hicieran con frecuencia sínodos en Toledo, tal y como declaró en la mayor amplitud en su tomo conciliar (El tomo regio era un documento en el que el rey dejaba constancia de los asuntos que los obispos debían tratar en los concilios). Pues bien, en tiempo del rey Kindasvinto llegó de Grecia un hombre llamado Ardabasto. Dicho varón fue expulsado de su tierra por el emperador, y cruzando el mar se trasladó a España. El mencionado rey Kindasvinto lo acogió magníficamente y le dio en matrimonio a una sobrina (puede traducirse por sobrina o prima) suya, enlace del que nació un hijo que se llamó Ervigio. Y como dicho Ervigio se había criado en palacio y se hubiera visto enaltecido en su titulo de conde, hinchado por la soberbia sucumbió a astutas maquinaciones contra el rey. Le dio a beber hierba que se llama esparto; al momento se vio privado del sentido. Y cuando el obispo de la ciudad, y también los notables del palacio, que eran leales al rey, y a los que les era totalmente desconocido el asunto de la pócima, vieron al rey tendido y carente de todo sentido, conmovidos por la piedad, y a fin de que el rey no se fuera sin sacramentos, al instante le dieron el sacramento de la confesión y de la penitencia (Según los concilios por virtud de tal rito, queda retirado oficialmente de toda actividad humana). Y cuando el rey despertó de los efectos del brebaje y se dio cuenta de lo ocurrido, se marchó a un monasterio y allí se quedó en religión todo el tiempo que vivió. Estuvo en el trono nueve años y un mes, en el monasterio vivió siete años y tres meses. Murió de muerte natural en el 719 (año 681).


Después de Wamba se hizo con el reino Ervigio, que lo tomó de manera ilegítima. Hizo muchos sínodos, y las leyes promulgadas por su predecesor en parte las corrigió y otras las mandó que las hicieran en su nombre, y según cuentan, fue piadoso y moderado para con sus súbditos. También dio en matrimonio a su hija Cixión, al notable Egica, sobrino del rey Wamba. Murió de muerte natural en Toledo. Reinó seis años y cuatro meses.


En la era 725 (año 687) le sucedió en el reino su yerno Egica. Este fue en verdad sabio y compasivo. Hizo sínodos generales. A muchas gentes que se rebelaron dentro del reino las sometió. Con los francos guerreó por tres veces, pero no consiguió triunfo alguno. Y cuando subió al trono su tío materno el rey Ervigio, lo había expulsado a él fraudulentamente del trono. Él cumplió este mandato y con un pretexto la despidió. Mas antes de despedir a su esposa tenía de ella un hijo adolescente llamado Vitiza, al que el rey hizo en vida príncipe del reino, y le ordenó que habitara en la ciudad de Tuy, de manera que el padre tuviera el reino de los godos y el hijo el de los suevos. Antes de la elección de su hijo reinó diez años, y junto con su hijo cinco. Murió de muerte natural en Toledo.


En la era 739 (año 701), tras el fallecimiento de Egica, Vitiza vuelve a Toledo para ocupar el trono del reino. Éste fue en verdad un hombre deshonesto y de espantosas costumbres. Disolvió los concilios, selló los cánones, tomó numerosas esposas y concubinas y para que no se hicieran concilios contra él, ordenó que los obispos, presbíteros y diáconos tuvieran esposas y esto fue la causa de la perdición de España, según dice la escritura” Porque abundó la iniquidad, se enfría la caridad” y otro pasaje dice: “si peca el pueblo, ora el sacerdote; si peca el sacerdote, plaga en el pueblo”. Y dado que se apartaron del Señor, de manera que no caminaban en la senda de sus preceptos y no guardan observantemente el mandato del Señor que prohíbe a los sacerdotes obrar inicuamente, cuando dice a Moisés en el Éxodo: “ Los sacerdotes que se acercan al Señor, que sean sacrificados, no sea que el Señor les vuelva la cara” y otra vez: “Cuando se acercan a oficiar al altar santo, no lleven en sí delito, no sea que perezcan”, y puesto que reyes y sacerdotes pecaron contra el Señor, así perecieron todos los ejércitos de España (posición antiviticiana de esta crónica). Entre tanto Vitiza tras diez años de reinado, falleció de muerte natural en Toledo, en la era (711, fecha errónea ya que falleció en el 710).


Muerto Vitiza, Rodrigo es elegido rey por los godos. Y nosotros expondremos la prosapia de su linaje antes de narrar el inicio de su reinado. El ya nombrado Rodrigo tuvo por padre a Teodefredo, por su parte fue hijo del rey Kindasvinto, al que su padre dejó cuando era de corta edad. Y como era pasado el tiempo y llegase la edad cumplida, Al ver su prestancia el rey Egica, temiendo en su corazón que hiciera una conjura con los godos y lo echara del trono de su padre, ordenó arrancar los ojos a Teodefredo. Éste, expulsado de la ciudad regia, marchó a vivir a Córdoba. Y allí obtuvo una esposa de alto linaje, llamada Rikilón y de ellos nació el hijo Rodrigo ya dicho. El ya mencionado Rodrigo creció y llegó a la edad cumplida. Fue hombre guerrero. Antes de hacerse con el reino se construyó un palacio en la ciudad de Córdoba que hasta ahora es llamado por los musulmanes “Vallat de Rodrigo” (palacio de Rodrigo), y ahora volvamos a la historia del reino.


Después del fallecimiento de Vitiza, Rodrigo fue ungido como rey. En su tiempo España marchó hacia una iniquidad todavía peor. En el año tercero de su reinado (dato erróneo ya que Rodrigo solo reino del 710 al 711), y a causa de la traición de los hijos de Vitiza , entran los sarracenos en España. Y como el rey hubiera sabido de su entrada, al momento salió con su ejército a luchar contra ellos. Pero, aplastado por la muchedumbre de sus pecados y traicionados por el fraude de los hijos de Vitiza, fueron puestos en fuga. Puesto en fuga el ejército, fue destruido casi al exterminio. Y como abandonaron al Señor, para no servirle en justicia y en verdad, fueron abandonados por el señor, de manera que no habitaran la tierra deseable. Por lo que se refiere al rey Rodrigo, del cual ya hemos hecho mención, no sabemos con certeza de su muerte. En nuestros rudos tiempos, cuando la ciudad de Viseo y sus alrededores fueron poblados por nuestro mandato (tiempos de Alfonso III), en cierta basílica de allí se encontró un sepulcro en el que está escrito encima un epígrafe de este tenor: “Aquí descansa Rodrigo, último rey de los godos”. Pero volvamos al tiempo en el que los sarracenos entraron en España.

E l 11 de noviembre de la era 752 (año 714). Los árabes dominaban la tierra junto con el reino, mataron a los más por la espada y a los restantes se los ganaron atrayéndoles con tratados de paz. También la ciudad de Toledo, vencedora de todas las gentes, cayó vencida por el triunfo ismaelita y sometida quedó bajo su servidumbre. Por todas las provincias de España pusieron gobernadores, y durante varios años pagaron tributo al rey de Babilonia, (califas de Damasco, hasta la constitución del Emirato independiente de Córdoba por Abderrahman I, en el año 756). Córdoba ciudad Patricia. Por ese mismo tiempo era gobernador en esa región de los asturianos, en la cuidad de Gijón, un hombre llamado Munnuza, compañero de Tarik. Cuando el tal desempeñaba el gobierno, un cierto Pelayo, que había sido espatario de los reyes Vitiza y Rodrigo, agobiado por la dominación de los ismaelitas se metió en Asturias en compañía de su hermana. El antes nombrado Munnuza envió al dicho Pelayo a Córdiba con el pretexto de una comisión, a causa de su hermana; pero antes de que volviera, por medio de un engaño, se unió en matrimonio con su hermana. Cuando volvió no lo aprobó en grado alguno, sino que con el mayor ánimo se prestó a poner en práctica lo que ya tenía pensado entorno a la salvación de la Iglesia. Entonces el nefando Tarik envió al ya nombrado Munnuza hombres armados para que apresaran a Pelayo y lo llevaran encadenado a Córdoba. Cuando ellos llegaron a Asturias y pretendieron cogerlo con un engaño en un lugar que se llamaba Brece (no lejos del actual Infiesto), le fue revelado a Pelayo el propósito de los musulmanes por un amigo suyo. Pero como los sarracenos eran más y viendo que no podían hacerles frente, saliéndose con cuidado de entre ellos picó espuelas y llegó a la orilla del río Piloña. Lo encontró crecido y desbordado, pero nadando con la ayuda del caballo que montaba, pasó a la otra orilla y subió a la montaña. Los sarracenos dejaron de perseguirlo. Y él, dirigiéndose a las tierras montañosas, reunió a cuantos halló que iban a concejo (reuniones de hombres libres que resolvían cuestiones judiciales o rurales), y subió a un gran monte cuyo nombre es Auseva, y s refugió en el costado del monte, en una cueva que sabía muy segura; de esa gran cueva sale un río llamado Enna, (Es el nombre del monte de Covadonga aparece en los escritos como Aseuua. En cuanto al río Enna hay un río que está cercano a la cueva que se llama Güeña pero no es el que sale de la cueva). Una vez el hizo correr sus órdenes entre todos los astures, se reunieron y eligieron a Pelayo como su príncipe.

Al saberlo los soldados que habían venido a prenderlo, volvieron a Córdoba y contaron todo a su rey: sobre el que Munuza había hecho una petición, era rebelde manifiesto. Cuando el rey lo oyó, movido por ira vesánica ordenó que saliera de toda España una hueste innumerable, y puso a Alkama, su camarada al frente del ejército; a cierto Oppa, Obispo de la sede Toledana, hijo del rey Vitiza (Oppa u Oppas es realmente hermano de Vitiza no hijo). Por cuya alevosía se perdieron los godos, el ordenó ir a Asturias con Alkama en el ejercito. El tal Alkama había recibido de su camarada la consigna de que, si Pelayo no quería hacer caso del obispo, apresado por la fuerza del combate fuera llevado a Córdoba. Y viendo como todo el ejército entraron en Asturias unos 187000 hombres en armas.


Pelayo por su parte estaba en el monte Auseva con sus camaradas. Y el ejército marchó contra él, y ante la entrada en la cueva plantaron sus innumerables tiendas. Y el ya dicho obispo Oppa, subiéndose a una altura ante la Covadonga (Derivado de Coua Domnica), habla a Pelayo diciéndole así: “Pelayo, Pelayo, ¿Dónde estas?”. El respondiéndole desde una ventana , le dijo: “Aquí estoy” El obispo le dijo: “Creo que no se te culpa, primo e hijo mío”, como antaño estaba España gobernada por una sola ley, bajo el reino de los godos, y brilla sobre las demás tierras en saber y ciencia, Y cuando el entero ejercito de los godos , como arroba dije, se congregó no fue capaz de resistir el embate de los ismaelitas : ¡cuánto menos podrás tú defender en la cima de ese monte , lo que difícil me parece! Más, bien, escucha mi consejo, y apea tu ánimo de ese empeño, de manera que disfrutes de muchos bienes y goces de la amistad de los musulmanes”. A esto respondió Pelayo: “Cristo es nuestra esperanza de que por este pequeño monte que tu ves se restaure la salvación de España y el ejército del pueblo godo. Pues confío que se cumpla en nosotros la promesa del Señor que fue dicha por David: “Revisaré con la vara sus iniquidades, y con el látigo sus pecados; pero mi misericordia no la apartaré de ellos”. Y ahora yo, fiado en la misericordia de Jesucristo, desdeño a esa multitudy no la temo en absoluto. En el combate con que tu nos amenazas, tenemos por abogado ante el Padre al Señor Jesucristo, que poderoso es para librarnos de estos pocos. Y volviéndose el obispo al ejército dijo: Aprestaos a luchar. Pues vosotros mismos habéis oído como me ha respondido. Según veo que es su voluntad, no tendréis con él acuerdo de paz si no es por la espada”.


Y ahora ya el dicho Alkama ordena que se inicie el combate. Toman las armas, se alzan las catapultas, se disponen las hondas, brillan las espadas, se erizan las lanzas, y sin cesar disparan saetas. “Pero en esto no faltaron las grandezas del Señor”: pues una vez que las piedras habían salido de las catapultas y llegaron a la iglesia de Santa María Virgen, que está dentro, en la cueva, recaían sobre los que las lanzaban y hacían gran mortalidad a los musulmanes. Y con el Señor no cuentan las lanzas, sino que tiende las palmas (atributo de la victoria) a quien quiere, una vez que de la cueva salieron a combatir, los musulmanes se dieron a la fuga y se dividieron en grupos. Y allí fue preso al momento el obispo Oppa y se dio muerte a Alkama. En el mismo lugar fueron muertos 124000 de los musulmanes, y 63000 que habían quedado subieron a la cima del monte Auseva y por el lugar de Amuesa (Amosa , topónimo de los actuales Puertos de Amuesa , en el Macizo Central de los Picos de Europa, junto al actual confín de Asturias y León), bajaron a la Liébana. Pero ni siquiera esos escaparon a la venganza del Señor. Cuando marcharon por lo alto del monte que está por la ribera del río que se llama Deva, Junto a la villa que llaman Cosgaya (Causegaudia actual Cosgaya, Liébana, Cantabria), ocurrió que por sentencia de Dios que ese monte, revolviéndose desde sus fundamentos, lanzó al río a los 63000 hombres, y allí los sepultó a todos el tal monte, donde todavía ese río, cuando retorna a su cauce muestra señales evidentes de ellos. No juzguéis esto vano o fabuloso; antes bien recordadque el que abrió las olas del Mar Rojo al paso de los hijos de Israel, ése mismo sepultó bajo la inmensa mole del monte a estos árabes que perseguía a la Iglesia del Señor.

Pues el ya dicho Munnuza, al saber del hecho, escpó de la ciudad marítima de Gijón y se dio a la fuga. Apresado en el pueblo Clacliense ,(pueblo cercano a Proaza no existente en la actualidad), fue muerto junto a sus hombres. Entonces se puebla la tierra, se restaura la Iglesia y todos en común dan gracias diciendo: “Bendito sea el nombre del Señor, que conforta a los que creen el El y destruye a las gentes inicuas”. Y poco tiempo después vino a Asturias Alfonso, hijo de Pedro el Duque de los Cántabros, de regio linaje. Tomó como esposa a la hija de Pelayo, llamada Ermesinda. Este, junto con su suegro y también después, logró muchas victorias. Y entonces, por fin, volvió la paz a la tierra. Y “Cuando crecía la dignidad de Cristo, tanto se disipaba la escarnecida dignidad de los musulmanes”. Y vivió en el trono diecinueve años. Terminó su vida en Cangas, de muerte natural en el año 775. (Año 737 de nuestra era).

Tras él su hijo Favila ocupó el puesto de su padre. Edificó, en una obra admirable, una basílica en honor a la Santa Cruz. Vivió breve tiempo. Se sabe que a causa de una ligereza fue muerto por un oso en el segundo año de su reinado, año 777. (Año 739 de nuestra era).

Muerto él, es elegido como rey por todo el pueblo Alfonso (conocido como Alfonso I el católico). Que con la gracia divina tomó el cetro del reino. La osadía de los enemigos fue siempre aplastada por él. Este en compañía de su hermano Fruela, haciendo avanzar a menudo su ejército tomó por la guerra muchas ciudades; a saber: Lugo, Tuy, Oporto, Anegia (ciudad no identificada, pero supuestamente el norte de Portugal), Braga la metropolitana, Viseo, Chaves, Ledesma, Salamanca, Numancia, (Zamora), Ávila, Astorga, León, Saldaña, Amaya, Segovia, Osma, Sepúlveda, Arganza, Coruña (Coruña del Conde en Burgos), Nave, (Puede ser Nabe o Nave, una se encuentra en Palencia, en Cervera de Pisuerga o Cárdenas La Rioja a diez Km. De Nájera.), Oca, (Villafranca de Montes de Oca en Burgos), Miranda, Revenga, (Ciudad desaparecida que puede estar situada en tres sitios distintos, Vado de Revenga en Miranda del Ebro, Revenga en Lerma, las dos situadas en Burgos, o Revenga a diez Km. De Frónmista Palencia), Carbonaria, puede referirse a Cabuérniga en Miranda del Ebro o Carbonera en Logroño), Abeica, (puede ser la actual Abejar en Soria o, Abelica, latinizada en Abalos en la Rioja), Cenicero,(en La Rioja) y Alesanco,(en La rioja, cerca de Najera), y los castillos con sus villas y aldeas,matando además por la espada a los árabes y llevándose consigo a los cristianos a la patria.

Por este tiempo se pueblan Asturias, Primoras, (Cercana a la zona inicial de la Reconquista), Liébana, Transmiera, (comarca Cántabra), Sopuerta, (Alrededores de Vizcaya), Carranza, (Alrededores de Vizcaya), las Vardulias que ahora se llaman Castilla, y la parte marítima de Galicia; pues Alava, Vizcaya, Aizone, (pudiera ser Alone) y Orduña se sabe que siempre han estado en poder de sus gentes, como Pamplona y Berrueza (cercanías de Estella). Este fue un varón grande y querido por Dios y por todos. Hizo muchas Basílicas. Vivió en el trono dieciocho años. Falleció de muerte natural.

Y no callaré un milagro que en verdad se que ocurrió. Como hubiera exhalado su espíritu durante el silencio de la noche cerrada, y como los oficiales palatinos verán su cuerpo, súbitamente se oyó por todos en los aires la voz de los ángeles que cantaban: “He aquí como desaparece el justo y nadie repara en ello; y varones justos desaparecen y nadie se da cuenta en su corazón. De la presencia de la iniquidad ha sido apartado el justo; en la paz está su sepultura”. Sabed que esto es verdad, y no lo reputéis fabuloso; de otro modo hubiera preferido callar que contar falsedades.

En la era 785 (año 747 de nuestra era), tras el fallecimiento de Alfonso, le sucedió en el trono del reino su hijo Fruela. Fue este un varón de ánimo muy recio. Logró muchas victorias. Tubo un combate con la huestes cordobesa en el lugar de Pontubio, en la provincia de Galicia, y allí aniquiló a 54000 musulmanes; y cogió vivo al general de caballería, llamado Umar, y en el propio lugar lo decapitó. A los vascones, que se le habían rebelado, los venció, y tomo entre ellos a su esposa, de nombre Munina, de la que engendró a su hijo Alfonso. A los pueblos de Galicia que contra él se rebelaron los venció y sometió a la provincia fuerte devastación. Al escándalo de que, desde los tiempos de Vitiza, los obispos se habían acostumbrado a tener esposa, le puso término. Incluso a muchos que se aferraban a ese escándalo, tras castigarlos con azotes, los encerró en monasterios. Y así desde entonces está prohibido a los sacerdotes contrae matrimonio y por que observan la orden canónica ya ha crecido micho la iglesia. Por lo demás, en tiempo de éste se pobló Galicia hasta el río Miño. Este fue hombre de conducta brutal. A su hermano Vímara lo mató con sus propias manos. No mucho tiempo después, pagándole Dios con la misma suerte que su hermano, fue muerto por los suyos. Reinó once años y tres meses en la era de 806 (año 768 de nuestra era).


T ras su muerte le sucedió su primo Aurelio (Hijo de Fruela. Este Fruela era el hermano de Alfonso I). En sus tiempos los hombres de condición servil se levantaron en rebelión contra sus señores, pero, vencidos por la diligencia del rey, fueron reducidos a la antigua servidumbre. No hizo guerra alguna. Tuvo paz con los musulmanes. Reinó seis años. El séptimo terminó su vida de enfermedad natural, en la era de 811 (año 773 se nuestra era).


En la era 816 vino el rey Carlos a Zaragoza, (Realmente Carlomagno en el 778 realizó una frustrada expedición contra Zaragoza). En estos días tenía doce sobrinos, cada uno tenía tresmil a caballo con sus cotas de malla. Nombres de estos: Roldán, Beltran, Ogier Espadacorta, Gillermo Narizcorva, Oliveros y el obispo Don Turpín. Y cada uno servía por un mes al rey con sus vasallos. Ocurrió que el rey con sus huestes acampó en Zaragoza; al poco tiempo los suyos le dieron el consejo de que tomara muchos regalos, no fuera que el no fuera que el ejército pereciera de hambre, y se volviera a su tierra. Lo que así se hizo. Luego le pareció oportuno al rey, por laseguridad de los hombres del ejército, que Roldán, el bravo luchador, marchara con los suyos en la retaguardia. Pero cuando el ejército pasaba el puente de Cize, en Roncesvalles, fue muerto por los agentes de los sarracenos (el Port de Cize está, efectivamente, entre Roncesvalles y St. Jean-Pied-Port).


Tras su muerte. Silo tomo en matrimonio a la hija de Alfonso llamada Adosinda, por lo cual también se hizo con el trono. Con los ismaelitas tuvo paz. Cuando Galicia se le rebeló, la venció tras entablar combate en el Monte Cubeiro (cercanías de Lugo), y la sometió a su imperio. Mientras éste reinaba, Alfonso, hijo de Fruela y nieto de Alfonso el mayor, (Alfonso I), gobernó el palacio, porque Silo no engendró hijo alguno con Adosinda. Este, tras nueve años de reinado, partió de este mundo por muerte natural en la era 821, (año 783 de nuestra era).


Muerto Silo, todos los magnates de palacio, con la reina Adosinda, colocaron a Alfonso (Hijo de Fruela, nieto de Alfonso I y sobrino de Adosinda). Pero su tío Mauregato, que había nacido del príncipe Alfonso el mayor, aunque de una sierva., se levantó hinchado por la soberbia y expulsó del trono al rey Alfonso. Huyendo de el Alfonso se dirigió a Álava y se refugio entre los parientes de su madre. Mauregato retuvo por seis años el reino del que se apoderó ilegitimarte. Falleció de muerte natural en la era 826 (año 788 de nuestra era).


Muerto Mauregato es elegido para el reino Bermudo, hijo de Fruela, del que ya antes, en la crónica de Alfonso el Mayor, dijimos que era hermano suyo. Reinó tres años. Dejó voluntariamente el reino a causa de que era diacono. A su sobrino Alfonso al que Mauregato había expulsado del reino, lo designó como sucesor y vivió muchos años rodeado de gran afecto. Partió de este mundo de muerte natural en la era 829. (En el 791 de nuestra era, no es la fecha de la muerte de Bermudo si no la de entronización de Alfonso II).


Fue ungido en el reino el antedicho gran rey Alfonso el 14 de septiembre de la era indicada. En el tercer año de su reinado el ejército de los árabes entro en Asturias con un general llamado Mugait. Sorprendido por los astures en el lugar de Lodos, (antiguo Lutus, aldea cercana a Belmonte de Miranda). Fueron muertos 70000 hombres con su general. Este asentó su trono en Oviedo. También edificó una basílica en honor a Nuestro Señor y Salvador Jesucristo, añadiendo altares para los doce Apóstoles, y así mismo construyo una basílica en honor de Santa María siempre Virgen con sendos altares a uno y otro lado, con arte admirable y sólida construcción; todavía edificó otra iglesia, la del bienaventurado mártir Tirso, cerca de la iglesia de San Salvador, y además levantó bastante lejos del palacio una iglesia en honor a los santos Julián y Basilisa, con dos altares de mucho arte y admirable disposición, también construyó y mando equipar los regios palacios , los baños, almacenes y toda clase de servicios.


En el año trigésimo de su reinado entraron en Galicia dos ejércitos de musulmanes; al frente de ellos estaban dos hermanos Alcureixíes (desde los orígenes del Islam, era una de las tribus más aristocráticas, de las que salieron en su tiempo los califas).Llamados Alabbas y Malik. Pero el uno en el lugar que se llama Narón, y el otro en el río Ancéo (Narón en Lugo y Ancéo Pontevedra), fueron en si tiempo derrotados hasta el exterminio. Por lo demás en su tiempo un hombre llamado Mahamud, ciudadano de Mérida y muladí de cuna, se rebeló contra el rey Abderramán, y dirigió muchos ataques contra él y puso en fuga a sus ejércitos. Cuando ya no pudo habitar en aquella tierra, se dirigió al rey Alfonso, y el rey lo acogió con honores. Él estuvo habitando en Galicia con todo su séquito, y allí, encumbrando por el fasto de su soberbia, conspiró vanamente en contra del rey y de la patria. Reunió a sus camaradas, juntó una hueste, saqueó la tierra. Cuando el rey supo de tal hecho, reunió su ejercito y corrió a Galicia. Una vez que dicho Mahamud oyó la llegada del rey, se refugió con sus camaradas en un castillo muy fuerte (Castillo de Santa Cristina, situado en las cercanías de Sarria, Lugo). El rey lo persigue, y él queda rodeado en el castillo por el ejército. ¿Para qué muchas palabras?. El mismo día entablan combate y matan a l dicho Mahamud; llevan su cabeza cortada a presencia del rey. Al momento rompen las formaciones, entran en el castillo; a más de 50000 que habían venido con él de las provincias de España les dan muerte. Y el rey, en gran triunfo, se volvió a Oviedo. El dicho Rey Alfonso llevó por mucho tiempo una vida llena de gloria, casta, púdica, sobria e inmaculada (se creé que pudiera haber recibido la tonsura en el monasterio de Ablaña y abandonó la vida monástica solo para acceder al trono). En la vejez, tras 52 años de reinado, dejó marchar al cielo su santísimo espíritu. Y el que en este siglo llevó santísima vida, ese descansa en Oviedo en su tumba. (Panteón real de Santamaría).


En la era 881 (Año 843 de nuestra era actual), tras la muerte de Alfonso, es elegido Ramiro, hijo del príncipe Bermudo, (Bermudo I el diacono). Por aquel tiempo estaba ausente de su morada y se había trasladado a la provincia de Vardulia (Es decir Castilla), para tomar esposa. Cuando el dicho príncipe Alfonso partió de este mundo, Nepociano, ( Esta versión oculta que Nepociano era cuñado de Alfonso, por lo que estaríamos en el mismo caso que silo, en lo que a su usurpación se refiere), se hizo ilegítimamente con el reino. Cuando el príncipe Ramiro oyó lo ocurrido, se refugió, en las partes de Galicia, y en la ciudad de Lugo reunió un ejercito. Más, después de un breve espacio de tiempo, partió contra los astures. Cuando Nepociano oyó de su venida, le salió al paso en un puente sobre el río que se llama Narcea con su ejército. Más al establecer combate se vio abandonado de todos los suyos y sin tardanza se dio a la fuga; en la región de Prímoras, fue apresado por los condes. Escipión y sonna, y cegado. El rey Ramiro mandó que fuera encerrado en un monasterio, y en el habito monástico terminó su vida. Por el mismo tiempo el pueblo de los normandos (verano del año 844), antes desconocido para nosotros –un pueblo pagano e infinitamente cruel-, vino con una armada a nuestras tierras. Ante su llegada, el ya dicho rey Ramiro congregó un gran ejército, y en el lugar que se llama Faro de Brigancio, ( La torre de Hércules en La Coruña), les plantó batalla ; allí dio muerte a gran cantidad de ellos y sus náves las aniquiló por elfuelo. Pero otra parte de ellos quedó se refugió en el mar y llegó a la provincia de la Bética. Entraron en la ciudad de Sevilla, y allí grandes masas de musulmanes, parte por la espada y parte por el fuego, fueron exterminadas. Al cabo de un año, y tras la expedición contra la ciudad de Sevilla, se tornaron a su tierra. Pero volvamos a nuestro asunto.


El príncipe Ramiro ya tantas veces nombrado se vio muchas veces acosado por guerras civiles. Dos magnates, un prócer y el otro conde de palacio, se levantaron en su soberbia contra el rey. Pero cuando el rey conoció sus designios, a uno de ellos, cuyo nombre era Aldroito, ordenó que le sacaran los ojos, y al otro, de nombre Piniolo, lo mató por laespada con sus siete hijos. Después de que descansó de las guerras civiles, edificó muchos edificios de piedra y mármol, sin vigas, con obra de abovedado, en la falda del monte Naranco, a solo dos millas de Oviedo. Con los sarracenos hizo la guerra dos veces, pero de gracia de Dios salió siempre victorioso. Tras el séptimo año de reinado, murió de muerte natural y descansa en su tumba en Oviedo.


En la era 888, muero Ramiro (año 850), le sucedió en el trono su hijo Ordoño. Este fue hombre moderado y paciente. Las ciudades de antiguo abandonadas, es decir, León, Astorga, Tuy y Amaya Patricia, las rodeo de muros, les pudo altas puertas, y las llenó de gentes de las suyas, en parte de las llegadas de España. Con los musulmanes tuvo batallas muy a menudo, y siempre salió triunfador. Al principio de su reinado la provincia de Vasconia se rebeló contra él. Cuando él hizo irrupción con su ejército, al momento salió contra él de la otra parte una hueste de sarracenos, pero con el favor de Dios puso en fuga a los musulmanes, sometió a su ley a los vascones. Pero tampoco silenciaré una cosa que sé que verdaderamente ocurrió. Un hombre llamado Muza, godo de nación, pero engañado por la religión mahometana con toda su gente, a los que los musulmanes llaman los Benicasi (Banu Qasi , hijos de Casio), cerebelo contra el rey de Córdoba, y ocupó muchas de sus ciudades, parte por la espada, parte por el engaño; primero Zaragoza, luego Tudela y Huesca, y al fin Toledo, donde puso como gobernador a su hijo lup. Luego volvió sus armas contra los francos y los galos. Allí llevó a cabo muchas matanzas y saqueos. A dos grandes generales de los francos, llamados el uno Sancho y el otro Epulón, los apresó en parte en combate3, y en parte por engaño, y encadenados los envió a la cárcel. A dos señores muy grandes de los musulmanes, uno del linaje Alcureixí, de nombre Iben Hamza, y el otro muladí, de nombre Alburuz, con su hijo Azet, los apresaron en combate entre el padre Muza y su hijo Lup. En razón de tan grande victoria se hinchó tanto de soberbia que ordenó que los suyos lo llamaran “el tercer rey de España”.


Contra él movió su ejército el rey Ordoño, y a la ciudad que él recientemente dotó con admirables construcciones y le puso por nombre Albelda (autentica batalla de Clavijo), llegó el rey con su ejército y la rodeó con su campo. Pero Muza en persona llegó con innumerable multitud, y en el monte llamado Laturce plantó sus tiendas. El rey Ordoño dividió su ejército en dos columnas, una que sitiara la ciudad y otra que luchara con Muza. Y al momento se entabla combate, y Muza es puesto en fuga con su ejército. Se entregaron a tal matanza entre ellos, que perecieron más de diez mil magnates, junto con un yerno suyo llamado García, aparte la plebe. El, herido por la espada tres veces escapó medio muerto, y allí perdió mucho de su aparato de guerra y los presentes que le envió Carlos (Carlos el calvo), rey de los francos, y ya nunca más logró una victoria. Y el rey Ordoño llevó todo el ejército contra la ciudad. Al cabo de los siete días de lucha entró en ella. A todos los hombres de armas los pasó por la espada, y la ciudad la destruyó hasta sus cimientos, y con gran victoria se volvió a su tierra. Lup, el hijo del tal Muza, que estaba como gobernador en Toledo, cuando se enteró de que su padre había sido vencido, se sometió al rey Ordoño con todos los suyos, y mientras vivió en esta vida, fue su súbdito. Y más adelante hizo con él muchas guerras contra los musulmanes.


También muchas otras ciudades tomó batallando el tantas veces citado rey Ordoño, a saber, la ciudad de Coria, con su rey llamado Zeiti, y otra ciudad parecida, Talamanca (Talamanca de Jarama), con su rey, de nombre Mozeror, y su esposa. A los guerreros todos los mató, y al resto de su gente, con sus mujeres e hijos, los vendió en subasta. Los normandos vinieron de nuevo de piratería a nuestras costas por estos tiempos; luego, siguieron hacia España y asolaron toda su zona marítima, devastándola por la espada y por el fuego. Después, cruzando el mar, asaltaron Nekur (Angkor, junto a Alhucemas, en Marruecos), ciudad de Mauritania y allí mataron por la espada las islas de Mallorca y Menorca, las dejaron despobladas. Después llegaron hasta Grecia, y al cabo de tres años se volvieron a su patria.


El rey Ordoño, tantas veces nombrado, terminado el decimosexto año de su reinado, víctima de la enfermedad de la podagra, murió en Oviedo y fue sepultado en la Basílica de Santa María junto con los anteriores reyes. Felices tiempos tuvo en su reinado, feliz está en el cielo. Y el que aquí fue muy amado por el pueblo, se alegra con los santos ángeles en los reinos celestes.


En la era 904 (año 866), muerto Ordoño, su hijo Alfonso (III el Magno), le sucedió en el trono.

Inicio

Crónicas

Retroceso a cabecera

 

 

                 

Contador de visitas y estadísticas

Contador de visitas